Hay cosas que no entiendo o personas que las pongo a la altura de otras cosas que tampoco entiendo como las lombrices, el lado en que van las medias largas, u otras cosas de las que mi hermano se ríe y dice que un día las tengo que escribir en un libro como grandes enigmas.
Otras que tal vez pueda llegar a comprender tarde y teorías matemáticas que moriría por mantener en la cabeza. Aunque sea irrisorio, me gustan las matemáticas, aunque no las lea, no las practique, ni las busque en el aire, me dan terribles ganas de agarrarlas y comérmelas como si fueran una hamburguesa de soja vegetarianas, de esas que comemos con Daiana cuando volvemos de bailar.
(de esas imágenes viejas que surgen por lugares inusitados)
El por qué de las uñas rojas, las camisas escocesas, no comer carne, lo izquierdo, los flacos altos, estudiar Letras, escuchar una banda desconocida, hablar con los perros en la calle, leer a Jane Austen, escribir los sueños, citar a Sabato, regalar estrellas de mar, decir la palabra berenjena al menos tres veces al día, comer mandarinas, tener que ver cómo se descompone el caballo al costado de las vías, el miedo a los tambores, perderme en las ferias, no saber nadar, comer vegetales, hacer todo con mucho tiempo, planear obsesionadamente, usar edulcorante, no hablar casi nunca por teléfono, mantener largas conversaciones con un perro, hacer sociales con cualquier persona, creer que sueño despierta, ser de River, odiar los deportes, no decir nada serio en esta lista, hacer listas, correr, andar en bici fija, respirar el olor de las piedritas del tren hasta que te provocan algo raro en la garganta, que no te guste la cerveza, que te gusten las bebidas bien dulces, escuchar muchas veces las mismas canciones como si en algún momento fueran a ser distintas, querer casarse con una galletitas, decir voy a dejar de comer chicles y estar comiendo chicle una semana más tarde, comprar cinco ediciones distintas de Alicia en el país de las maravillas, poder vivir sin celular, caminar demasiado rápido, que te gusten las palabras que empiezan con f y r juntas, tener hambre, tener un cuaderno para escribir, tener un cuaderno de diario, tener cuadernos para todo, escribir siempre con lapicera negra, dibujar árboles, garabatos
Ayer vi a un hombre fumando una pipa por las calles de La Plata.
Qué evaluaciones viejas y papeles distraidos trae una lluvia de tiempo libre de sacar hasta de los bolsillos cosas viejas, polvorientas, hechas bollos. Memoria Mensajes de años fantasmas, como esas máscaras que se usan para una noche de brujas un carnaval odioso. Los tambores me ponen los pelos de punta gritos de Escalofríos. Sacudidas de cabeza. El frío que hierve, el papel que se moja, por qué mejor no tirar todo a la basura. Una feria de vanidades esas calles no vuelven a asfaltarse mucho mejor. Ya me olvido el por qué de lo que escribo. Mickey, el pato que es un cisne acariciar gatos negros abrir un paraguas adentro de casa pasar por abajo de una escalera darte la sal en la mano supersticiones estúpidas. Papeles de cuando escribía con palabras raras de diccionario. Camisas que no quería usar y cenizas, sahumerios caídos de las bolsas en pijamas, en pantalones cortos en jeans oscuros La nada.
De tiempos extraños: Una voz se filtra en la habitación como un fantasma que no ha sido invitado. La trae el viento, nítida y fugaz. El eco de na palabra alguna vez emitida, un sonido vibrante en esta oscuridad que ilumina la noche. He estado en la penumbra, en tinieblas, sola y sin futuro ¿y qué me trae esta voz más que un antiguo temor? Suena como los tambores que antaño me dieron escalofríos, como bombas que aún me aterrorizan. Entran recuerdos, agudos y graves, y hay un perfume o más bien un extraño y repulsivo algo que persigue cada uno de mis pasos.
Me atrevo a decir que hago unos cafés de lo más ricos pócima saca sueños de facultad. Y hoy con la siesta dormida en la casa de la Abuela Betty -el sillón de su casa es absorbente, lo juro- hay necesidad de cafés. Con la ansiedad de los parciales y etcétera desarrollé una especie de adicción a tomar cosas calientes café, mate, té, lo que sea. Pero el café es el café, che. Uno para mí, uno para mi hermano, ¡salen dos tazas enormes ! Y que no me rompan los quinotos con que mancha los dientes. Y pienso: últimamente vivo como soñando, y camino y pienso que estoy dormida y que me voy a despertar y sin embargo no me despierto. Me parece que camino sonámbula, que vivo con adentro de una realidad paralela de las maravillas pero las maravillas pasan de largo, qué porquería esa parte, maravillas de mierda. No me giran las llaves, me esperan los trenes, en un momento estoy acá pero después en otro lado y los relojes no giran. Es como si mi mente fuese a un velocidad distinta a la de la "realidad". Las personas salen como conejos de las galeras, personas, personas, gente, gente, grupo humano, homosapienssapiens, los griegos que rechazan los colores, ¿ qué es la vida? Bueno, un conjunto de mentes interconectadas , y si las juntaras todas tendrías la lengua absoluta, si las unieras a todas tendrías todas las respuestas del mundo. Qué inteligente e increíblemente perceptivo es el inconsciente ! Homosapienssapienscolorus, cuánta hilaridad. Te cuento un secreto, soy muy sensible. Griego aprobado con nueve, ¿Quedaron conformes con la nota? Y qué le parece profesora !!